Hola!
Soy Mariela, una mujer igual que tú que habita este hermoso planeta desde el 17 de mayo de 1985.
Siempre me consideré habitante del universo. Si bien nací en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), oriunda de las pampas, la vida me llevó al viejo continente donde habito con mi marido y mi hijo en Lokeren, Bélgica.
Mis inicios, hacia el mundo exterior…
Mi formación profesional comenzó en turismo luego de una pequeña crisis existencial que tuve allá lejos y hace tiempo cuando quería ser Lic. En Química porque amaba las ciencias exactas pero me di cuenta de que no quería pasar el resto de mi vida en un laboratorio.
Fue luego uno de los viajes más reveladores y mágicos de mi vida con mi querida amiga Lucía Lopez que decidí al retornar que quería ser Guía de turismo. Sabía que quería mostrar las riquezas naturales y culturales de la Argentina a personas de otras partes del mundo.
Así fue que comenzó mi carrera en convertirme en guía de turismo, al terminar quería irme a trabajar la naturaleza, a una mis regiones preferidas de Argentina: la mítica Patagonia. Me fui a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo y concreté mi sueño de pisar el continente blanco. Bueno, no solo pisarlo sino también ser guía naturalista a bordo de cruceros antárticos por varias temporadas.
Mi amor por la naturaleza y la escritura siempre estuvo presente en mi vida.
Mi andar desde el corazón, hacia el mundo interior…
Tal vez te preguntes qué tiene que ver esto con las terapias que hago ahora…
Lo cierto es que desde el 2003 que comencé a practicar yoga y no he abandonado hasta el día de hoy. He tenido distintas profesoras, practicado diversos estilos tanto en Buenos Aires como en Patagonia cuando viví allá o a bordo de los cruceros que he trabajado realizando mi práctica personal.
Mi vida de guía de turismo estaba dividida entre temporada alta y baja, el verano y el invierno, en donde trabajaba desenfrenadamente casi sin parar por meses y luego venía la calma del invierno.
En esas temporadas bajas no solo practicaba yoga muy asiduamente, sino que también comencé a trabajar conmigo misma a través de diferentes terapias. Quería mejorar aspectos de mi personalidad, así fue que comencé con terapia floral. El tiempo me llevó a hacer la formación con Claudia Belou, profesora habilitada por el Centro Bach de Inglaterra. Terminando el nivel 3 en el año 2018.
Siempre estuve desconectada de mi femineidad, mi ciclo, mi lado femenino, siempre fui una doncella aguerrida, una amazonas que iba tras sus objetivos, mis otras tres mujeres estaban ocultas tras la Artemisa. (Diosa de la caza griega, representa al arquetipo de la doncella).
Para volver a conectar con mi ciclo y mi naturaleza femenina dejé de tomar las pastillas anticonceptivas, una de las decisiones más felices que he tomado en mi vida. Mi chamana comenzó a despertar… comencé a trabajar con cristales y sahumos. Realizando iniciación tiempo después con Warani Caracciolo y talleres con Lorena Ciocale.
Trabajando tantas horas por día y casi un mes entero sin parar me costaba horrores estando premenstrual, no sabía como manejarlo, así fue que necesité ayuda y conecté con la primer Moon Mother y amiga Berenice Charpin.
Ella me ayudó a comprender las energías femeninas y comencé a participar de sus Círculos y recibir Bendiciones y Sanaciones de Útero.
Con el paso del tiempo recibí el llamado del corazón de convertirme en Moon Mother para poder ayudar a otras mujeres. Completé mi nivel 2 en el año 2018 cuando Miranda Gray vino a Argentina con dos grandes amigas y hermanas Moon Mother: Carla Savino Duprat y Florencia Carrá.
Siempre tuve el deseo de estudiar para convertirme en profesora de Yoga pero mis temporadas cortaban toda cursada regular y todo profesorado que comenzaba tenía que abandonar por el trabajo.
La pandemia me permitió poder terminar dos profesorados y dedicarle el tiempo que quería a esa práctica que era para mi un ritual diario junto con la meditación.
Así fue que me recibí de Profesora de Hatha Yoga de la Escuela Sivananda (200 Horas Yoga Teacher Training/ Yoga Alliance International) y de Purna Yoga de la Escuela de Yoga y Ayurveda de Emiliano Crivellari (100 Hour Yoga Teacher Training/Yoga Alliance International) en plena pandemia, 2020.
También me convertí en Terapeuta Menstrual ya que había pasado por mi cuerpo dicha terapia en sesiones grupales con Ani Musante, creadora de Útera. Y quería complementar mi trabajo con mujeres.
El regalo más hermoso de mi vida fue quedar embarazada de mi hijo Ethan. Poder acompañar ese momento con la formación en Yoga Pre y Post Natal fue una Bendición. Me recibí puérpera en Enero del 2022 de la mano de las grandes profes de Ciclar Yoga.
Quiero ofrecerte la luz del yoga y las terapias que han transformado mi vida para que tú puedas transformar la tuya!
¡Gracias por haberme leído!
Contactáme para que pueda conocerte personalmente y ayudarte en tu camino de crecimiento personal!
Agradezco a todos mis maestros que han hecho que hoy sea la persona que soy:
Mis profes de yoga: Marta Rodofile, Noemí Levy, Norma Fol, Data Kaur, Marisa Callegari, Emiliano Crivellari, Parvati, Swami Dayananda, Swami Santoshananda, Gopala, al maestro Swami Sivananda y Swami Vishnudevananda por sus enseñanzas.
A Berenice Charpin por haber sido la que me guio en comprender las energías de los arquetipos femeninos y cómo vivir en armonía con mis cuatro mujeres, a Claudia Belou mi profesora de Flores de Bach, a Zulma Moreyra por haberme ayudado a sanar mis heridas de mujer a través de Terapia Menstrual, a Eleonora, mi terapeuta que me ha acompañado y me acompaña en todos estos procesos. A Miranda Gray porque sin sus libros y sus iniciaciones aún estaría buceando en búsqueda de mi auténtica femineidad.